El fraude de la luz detectado en 2015 equivalió a lo que consume la provincia durante tres días

Durante los meses estivales es común que en ciertos barrios de la provincia se vivan situaciones como las que contaron recientemente a este diario algunos vecinos de Pescadería. Un buen número de domicilios familiares de esta populosa zona de la capital comenzó el verano de la peor manera posible: sufriendo cortes continuos en el suministro eléctrico. Fueron decenas en unos pocos días, lo que les empujó a alertar a las autoridades de lo que estaba sucediendo.

Tras un par de días de arreglos inmediatos por parte de la empresa suministradora de luz, Endesa, los vecinos advirtieron de que el «parcheo» no sería suficiente para evitar que una subida de tensión desproporcionada acabara en una desgracia. Aunque no fue para tanto, sus vaticinios se cumplieron durante la madrugada del pasado 21 de junio. La enésima sobrecarga en la red eléctrica acabó por hacer volar por los aires el transformador del barrio provocando el desvelo general y un conato de incendio que, afortunadamente, fue rápidamente sofocado por los Bomberos.

Este fue el susto definitivo para unos vecinos que a esas alturas ya habían copado los medios en su afán de que alguien cortase de raíz el principal origen de sus problemas. Aunque ellos apuntaron las causas de todo de forma subrepticia, estas fueron despejadas públicamente por Endesa en los días posteriores: en esta zona, como así en otras, existe multitud de «conexiones sin contrato» donde les consta «que se hace un consumo desproporcionado del suministro eléctrico para otros usos». En otras palabras: buena parte de toda la responsabilidad la tenían los llamados 'enganches ilegales'.

Contra la proliferación de este fraude llevan años luchando tanto la empresa suministradora como las administraciones, sin que por el momento se hayan conseguido erradicar estas conductas. No es nada fácil llevarlo a cabo, sin embargo los datos de energía defraudada relativos al año anterior exponen que los sistemas y controles para la detección de estos 'enganches' fraudulentos son cada vez más eficaces. Esto es positivo no sólo porque provocan una situación de menoscabo económico o de agravio comparativo entre los vecinos que pagan y los que no, también y más importante porque compromete la seguridad y salud de muchos ciudadanos. Y eso sin contar con lo que existe en muchas ocasiones detrás de lo que eufemísticamente a veces se le denomina «otros usos» del suministro, que no es más que el cultivo de marihuana para su posterior tráfico.

Con el balance en la mano uno puede pensar que Almería se encuentra en una situación peor ahora que en años precedentes, pero no es así según aclara Endesa. Sus datos relativos al año pasado concluyen que el total de energía defraudada recuperada en Almería ascendió a un total de 23.366.693 de kilovatios. Este número tiene la apariencia de un mero dato gélido, salvo si se mira en perspectiva: esta cantidad defraudada equivale al consumo energético de toda la provincia durante 2,9 días.

Así lo expone la compañía eléctrica, que cuantifica en un total de 3.824 los enganches ilegales detectados durante el año pasado. Su descubrimiento supuso recuperar tal cantidad de kilovatios, que fue la más alta de toda la Comunidad Autónoma con la excepción de las provincias todopoderosas de Málaga y Sevilla, con una población mucho mayor que Almería.

El repunte registrado en la provincia representa un pico respecto al mismo periodo del año anterior. El incremento en la cifra de fraudes detectados supone un 32,04% de aumento respecto a un 2014 en la provincia cuyo número de casos alcanzó los 2.896.

Desde Endesa se apresuraron a explicar que esta subida tan significativa es debido a un par de cuestiones importantes. Por un lado a la implantación de nueva tecnología como los contadores inteligentes, herramientas como el 'Data Mining' o el aumento de los equipos especializados en la detección de fraude. Esto va a conseguir, según explican, que este año puedan recuperar más energía que incluso en 2015.

Por otro lado, estas cifras grandilocuentes son consecuencia también de la «intensificación de las campañas antifraude» que están llevando a cabo en coordinación con las Fuerzas de Seguridad del Estado (Policía Nacional y Guardia Civil) y siempre con conocimiento de las administraciones que representan en Almería a la Junta o al Gobierno central.

Efectivamente, tal y como ocurrió tras los apagones reiterados en Pescadería, que hizo sentar en la misma mesa a varios representantes de la empresa, Ayuntamiento y Subdelegación, en los últimos tiempos el celo de las distintas instituciones está siendo total con este tipo de fraude, que suele aflorar durante los meses estivales con la subida de la temperatura y el mayor consumo general. Según informaron a IDEAL fuentes de la Subdelegación del Gobierno, en el último año y medio en la provincia se ha puesto en marcha de manera discreta una serie de actuaciones coordinadas para atajar en la medida de lo posible unas conductas que, como cabe recordar, están tipificadas en el Código Penal.

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