La delincuencia repunta por el robo de vehículos y el tráfico de drogas

Los datos estadísticos de evolución de la delincuencia en el primer trimestre de este año en Almería han supuesto un freno al descenso de la criminalidad que había experimentado el territorio almeriense desde 2011, año en el que el Ministerio del Interior comenzó a desgranar estos datos por provincias.

Los delitos y faltas registradas por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la provincia almeriense entre enero y marzo de este año son levemente superiores a los contabilizados en el primer trimestre del pasado año. En concreto, el territorio almeriense ha sufrido un total de 7.664 delitos frente a los 7.504 registrados en 2015, lo que supone un crecimiento del 2,1% de la delincuencia.

Estos datos dejan a Almería como la provincia andaluza donde más ha crecido la criminalidad durante el periodo analizado, mientras que la media de delitos y faltas registrados en el conjunto de la comunidad autónoma permiten un descenso del 5,6% de la delincuencia.

Detrás de estos datos agridulces se esconden varias claves fundamentales. A pesar de que las cifras sobre delincuencia en la provincia de Almería mantienen un ascenso generalizado en la mayoría de las tipologías penales durante el primer trimestre de este año, dicha subida de la criminalidad es especialmente relevante en el cómputo obtenido en torno a la sustracción de vehículos a motor y al tráfico de drogas.

El primero de los delitos, referido al robo de vehículos a motor, continúa con la tendencia ascendente registrada durante el pasado año, cuando esta tipología penal se elevó un 11,3% respecto a las cifras obtenidas a lo largo de 2014. Fuentes consultadas por IDEAL señalan que la mayoría de estos hechos están «estrechamente relacionados con la sustracción de ciclomotores».

Esta tendencia también se repite a la hora de analizar el número de operaciones dirigidas a poner fin al tráfico de estupefacientes. La provincia sigue estando a la cabeza de España en actuaciones antidroga. Su posición geográfica y su cercanía con el norte de África sitúan a nuestra provincia en una posición deseada para las bandas internacionales de narcotraficantes.

No obstante, el principal motivo por el que estas operaciones han aumentado un 34,4% durante los primeros tres meses del año están estrechamente relacionado con el cultivo de la marihuana.

Cabe recordar que el número de incautaciones de plantaciones de 'maría' se ha incrementado de forma exponencial en los últimos años. Y es que los desmantelamientos de grandes plantaciones ocultas en viviendas y almacenes de la provincia se han convertido en una noticia casi habitual en los últimos años en la provincia de Almería, coincidiendo con el periodo más virulento de la crisis.

Según las cifras facilitadas por la Subdelegación del Gobierno de Almería, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado incautaron el pasado año 320 kilos de esta sustancia estupefaciente en la provincia. Y el alto ritmo en número de incautaciones se ha mantenido en lo que llevamos de 2016.

Ocho robos al día

La estadística del Ministerio del Interior ofrece, asimismo, un dato muy llamativo en la provincia de Almería. Ese no es otro que la subida en casi seis puntos porcentuales del número de delitos relacionados con los robos con fuerza en domicilios.

Esta tipología penal pasó de ser el talón de Aquiles de la provincia almeriense en 2014 a convertirse al año siguiente en el caballo de batalla de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, quienes lograron que este delito experimentara un descenso continuado a lo largo del 2015.

Las últimas cifras publicadas por Interior indican que la provincia de Almería sufrió 769 robos con fuerza en domicilios durante el primer trimestre de este año, es decir, una media de ocho sustracciones diarias en viviendas repartidas por el territorio almeriense.

En contraposición a estos datos, el informe ministerial da cuenta de un importante descenso de los robos con violencia e intimidación. De hecho, esta tipología penal registra el mayor descenso de toda la estadística. En concreto, este delito experimenta una bajada de más de siete puntos porcentuales respecto mismo periodo de 2015, es decir, un total de 164 robos con violencia e intimidación frente a los 177 contabilizados el año anterior.

El descenso de estas infracciones penales se contrarrestan con los homicidios dolosos y asesinatos consumados. Los delitos de sangre contabilizados en territorio almeriense suben un 100% tras registrarse cuatro muertes violentas en lo que llevamos de año.

Roquetas, la peor parada

La incorporación de los datos aportados por los cuerpos policiales locales permite que se obtenga una fotografía más extensa de la realidad criminal en la provincia.

Así, se puede observar que los delitos y faltas también crecen en todos municipios con más de 50.000 habitantes, es decir, Almería, El Ejido y Roquetas de Mar. Es esta última localidad la que peor parada sale en la estadística ministerial, ya que el municipio roquetero experimenta un crecimiento de la delincuencia del 5,3%, donde es especialmente llamativa la subida en el número de hurtos y en delitos relacionados con el tráfico de drogas.

Por su parte, la localidad de El Ejido registra un aumento del 2,2% de la criminalidad entre enero y marzo, a pesar de haber mantenido un descenso generalizado en los últimos años, mientras que la capital registra una subida muy leve (0,7%) en sus delitos y faltas.