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La fuente de los 102 Pueblos suma ya ocho meses esperando un papel de Costas

La fuente de los 102 Pueblos suma ya ocho meses esperando un papel de Costas

Su reforma está en punto muerto desde que Comendador la anunciara a bombo y platillo un mes antes del envite electoral

Sergio González Hueso

Jueves, 8 de octubre 2015, 12:59

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Nada ha cambiado desde que en estas mismas páginas se evidenciara el pasado mes de mayo cómo la burocracia en este país se hace en ocasiones insoportable. El caso que se denunció fue el de la obra de reforma de la fuente de los 102 Pueblos, ubicada al final de la Rambla, que se encontraba completamente en punto muerto a causa de un papel que no acababa de remitirse de una institución a otra.

Pues bien, cinco meses después la vida sigue igual, como cantaba Julio Iglesias. Inamovible todo desde entonces para desgracia de una actuación que fue vendida en su momento con toda la fanfarria propia de un equipo de gobierno local que hasta se aventuró en colocar el cartel anunciador días antes de las elecciones del pasado 24 de mayo. Pura casualidad.

La fuente en este trance ha sido cambiada hasta de nombre. Porque mientras Costas sigue buscando o no el papel que necesita la Junta para dar el ok al Ayuntamiento y comience así las obras, Balanegra se ha segregado de Berja, y claro, ya no hay 102 sino 103 pueblos en la provincia. En el cartel continúan los guarismos previos a la decisión soberana o no del recién creado municipio. También los olores al final de la Rambla, los mismos que iban a erradicarse una vez se culminaran los trabajos.

Nada de eso ha pasado aún. Tampoco se han incorporado los chorros de colores, el géiser de 15 metros, ni se ha cumplido la nueva composición de los elementos ornamentales que aparece en el proyecto. Cuando comience, si es que algún día lo hace, el Consistorio va a invertir en esta obra un total de 234.405 euros. Al menos en su primera fase pues existe una segunda que fue presentada el mismo día de abril en el que el Ayuntamiento se comprometió a terminar la obra en un plazo máximo de dos meses.

La culpa no es de nadie

Tres son las instituciones involucradas en esta reforma y de nadie parece ser la culpa del retraso. Desde el Ayuntamiento, Junta y Gobierno central se echan el muerto unos a otros mientras los almerienses siguen soportando meses de inacción.

El nuevo equipo de gobierno como así hiciera el anterior culpa a la Consejería de Medio Ambiente de no autorizar la obra pese a que le corresponde al estar la fuente en un espacio de dominio público marítimo-terrestre. La Junta repite sus argumentos: otorgar tal concesión se hace imposible pues por ley necesitan un informe preceptivo y «vinculante del titular del dominio público», que no es otro que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, representado en Almería por el Servicio Provincial de Costas.

Así lo reconocen los interpelados, que continúan encallados en un trámite que parece que se está cocinando en Madrid, donde deben estar ocupados pues nada se sabe después de ocho meses. El sonrojante despiste no baja a Costas tampoco del caballo al que se subió en mayo. En estas mismas páginas entonces acusó a la Junta de escudarse en este papel para no hacer sus deberes. Para ellos la concesión podría haber sido otorgada y por tanto comenzar la obra «si desde el ejecutivo andaluz hubiesen querido hacerlo o tuviesen una voluntad política firme y compromiso conAlmería», dijeron hace cinco meses. Lo mantienen hoy. Como también la promesa de que el informe está a punto de caramelo. «Es inminente», aseguran.

Cierto o no, se acercan otras elecciones y quizás tal cosa ayude a desbloquear por fin la actuación. Mientras tanto la obra continua aguardando. También lo hace el cartel, cada vez más desvencijado fruto de ese sol que golpea impenitente esta tierra desde que Almería es Almería. Algo que tampoco parece haber cambiado mucho.

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