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La difícil convivencia entre coches y bicis en la capital ya se ha dejado ver en zonas como Canónigo Molina Alonso.
El Ayuntamiento opta por sacar el carril bici de los polémicos 200 metros de San Juan Bosco

El Ayuntamiento opta por sacar el carril bici de los polémicos 200 metros de San Juan Bosco

Movilidad ya ha remitido a la Junta el cambio del trazado a Pablo Ruiz Picasso para zanjar el primer gran debate de la nueva Corporación

Javier García Martín

Sábado, 11 de julio 2015, 02:22

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A vista de pájaro son sólo unos 230 metros, unas tres manzanas. En superficie, sin embargo, el polémico tramo de la calle San Juan Bosco por el que iba a pasar el carril bici en su conquista de la capital ha terminado por ser uno de los mayores quebraderos de cabeza para la nueva Corporación municipal desde que se constituyera hace algo más de un mes.

Las obras, paralizadas a finales de junio por las críticas de algunos vecinos y comerciantes que veían con desagrado la supresión de una fila de aparcamientos para la construcción de la vía ciclista, dejarán definitivamente esa zona.

Tras una semana de reuniones con las partes interesadas (colectivos, residentes y propietarios de los establecimientos además de la Junta), el departamento de Movilidad y Seguridad dirigido por la concejala María Vázquez ha decidido, literalmente, salirse por la tangente y sortear la calle de la discordia con un trazado en 'U' que dejará fuera del mapa de caminos ciclistas la última mitad de San Juan Bosco. Esta propuesta, que ya adelantó IDEAL, pretende contentar a todas las partes implicadas.

A partir de ahora, las bicis, en su camino al centro de la capital, dejarán la carrera del Perú a la altura de la calle Arquitecto Guillermo Langle para, tras rodear el antiguo mercado situado en esa zona y ahora sede de un súper, cruzar la carretera de Ronda hasta la calle Pablo Ruiz Picasso. De este modo, el recorrido varía sensiblemente y se extiende por la paralela a la calle de la polémica. El Ayuntamiento, que ya ha remitido a la Junta de Andalucía la modificación -responsables de la gestión del Plan Andaluz de la Bicicleta-, ha recibido de los vecinos de esa segunda vía su acuerdo con el cambio, y se muestra confiando de que no habrá nuevos contratiempos. «El plan seguirá igual en el resto de calles», señala Vázquez a IDEAL.

Desde ahora, el carril bici sólo recorrerá de San Juan Bosco los 200 metros que hay desde su confluencia con Pintor Fortuny -calle por la que ahora subirá el carril- hasta la vía ciclista de la avenida Federico García Lorca. «Desembocar en el instituto Alhamilla era uno de los principales objetivos de hacer que el carril pasase por esa zona», describe la edil, algo que queda salvaguardado.

Menos plazas desaparecidas

De esta manera, el Ayuntamiento confía en terminar con una polémica estival presente en la opinión pública. El clamor de fondo -la crítica por la reducción de plazas de aparcamiento- sirvió a los comerciantes para dar la voz de alerta, algo que relacionaban con la pérdida de ingresos en sus tiendas y que fue contestado por los colectivos ciclistas. En mitad de la controversia -por la que incluso ha nacido una plataforma en Internet con cerca de 4.000 adhesiones contraria al plan de de movilidad sostenible-, el portavoz municipal, Ramón Fernández-Pacheco, quiso intervenir la pasada semana para templar los ánimos y asegurar que, mientras las primeras estimaciones de los proyectos hablaban de la desaparición de la superficie vial de un total de 1.129 estacionamientos, finalmente la cosa se quedaría en «menos de 300». «El proyecto -recordó entonces- está aprobado después de que estuviera en exposición pública dos meses sin que se presentaran alegaciones».

«El cambio [en el plan] ha sido algo puntual porque había determinados problemas que no se podían arreglar», agrega Vázquez en relación a San Juan Bosco. Además de lo citado, Movilidad ha aceptado que no podía trasladar la reserva de espacio de una cristalería que desaparecería con el cuestionado trazado.

«En otras ocasiones esta reserva se ha trasladado pero aquí la carga y descarga se hacía más complicada al alejarla, quedando sus propietarios obligados a trasladar en mitad del tráfico rodado perfiles de dos y tres metros», ha detallado la edil. La variación del trazado ha terminado por revelarse como la solución más cómoda, mucho más que, como se llegó a sugerir, talar los árboles para obtener nuevo espacio.

El tercer elemento que ha terminado por inclinar la balanza ha sido la recogida de residuos, que es lateral. Al desaparecer los estacionamientos, había que poner los contenedores en una calle colindante a la que, no obstante, el camión de la basura no podía acceder. La solución, en su conjunto, aspira a ser ahora la definitivamente 'sostenible'.

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