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Las peticiones de los médicos pasan por más sensibilización.
Los médicos alertan sobre la escasa denuncia de agresiones a sanitarios

Los médicos alertan sobre la escasa denuncia de agresiones a sanitarios

El Observatorio Nacional de Agresiones detecta únicamente un caso en la provincia, pero los expertos creen que hay muchos más ocultos

Javier García Martín

Lunes, 23 de marzo 2015, 00:24

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Durante estos días, el lazo de color dorado ha coronado las solapas de muchas batas blancas en todo el país. El crespón tiene un sentido de homenaje para unas víctimas concretas, las del personal sanitario agredido en el ejercicio de su trabajo, y sirven de reclamo para, a la par que se da a conocer esta problemática, denunciar que no se produzcan nuevas.

En los últimos cinco años, el Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), ha contabilizado más de dos mil casos en los que personal sanitario ha sido el receptor de, afortunadamente, minoritarias conductas violentas. De ellos, 344 se dieron durante el pasado año (uno al día, hablando en plata), 90 en Andalucía y solo uno en Almería, según ha podido saber este periódico. O, al menos, esto es lo que dicen las cifras del colegio.

El miedo, la falta de tiempo o la tendencia a pensar que se trata de hechos aislados desaniman en muchos casos, a comunicar este tipo de agresiones. En la actualidad, los expertos intentan crear conciencia entre el gremio, los pacientes y las administraciones sobre este tema para el que solo tienen una receta: «tolerancia cero», lema de la campaña escogida por la OMC para sensibilizar sobre esta cuestión.

En términos generales, la curva es descendente desde 2011, cuando este reciente estudio alcanzó su pico rozando el medio millar de notificaciones. En la actualidad, la tasa de agresiones por cada mil colegiados se encuentra en 2,49 en la comunidad, lo que implica un leve ascenso de 12 centésimas respecto a 2013, pero está a más de un punto de las cifras de 2010. En dos tercios de estos casos, según el Observatorio, existió denuncia que desembocó en juicio para el 55% de las agresiones registradas. Además, aunque la mayoría de los episodios violentos se registraron en la sanidad pública -que también es la que cuenta con un mayor número de profesionales-, el estudio apunta un incremento de este tipo de denuncias procedentes de centros de gestión privada. Por 'plantas', los sanitarios de Atención Primaria se llevaron la peor parte, y hasta en un tercio de las ocasiones el agresor fue un familiar, no el paciente.

Amenazas e insultos

«Por parte del Colegio, insistimos en que no se comuniquen solamente las agresiones, sino también las amenazas, insultos e intimidaciones, pero al parecer no siempre lo hacen», señaló a este diario el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Almería, Francisco José Martínez Amo, en lo referido a los datos provinciales.

«Creo que trabajan tanto y con tan poco tiempo de descanso, sobre todo quienes están en sitios de riesgo, que olvidan que siguen en la brecha», resumió.

El informe nació a partir de la muerte, en 2009, de la doctora María Eugenia Moreno, una residente de 34 años que fue asesinada por un paciente cuando se encontraba trabajando en el centro de salud de Murcia.

El colegio almeriense, como parte del conglomerado estatal, secunda por tanto una propuesta que, a su juicio, ayudaría a paliar estos números, tras los que también se esconden hurtos o vejaciones. La aprobación por el Senado de la reforma del Código Penal que contempla las agresiones a sanitarios como «delito de atentado», se consideró «un paso decisivo en la lucha contra esta lacra» por parte de la OMC, pero reclamaron su extensión a los facultativos de la privada. Por ello, los colegiados advierten que mantendrán su trabajo para que estas agresiones sean etiquetadas como «violencia social», contemplando la consideración de delito contra la autoridad tanto si se producen en el ámbito público como en el privado y para que sean penadas con los mismos criterios en todas las comunidades. «No obstante -concluye Martínez- el paciente, que es nuestra razón de ser, es correcto en su inmensa mayoría».

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