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Un puente para aprender divirtiéndose

Un puente para aprender divirtiéndose

El AMPA del CEIP Francisco de Goya de Almería organiza talleres para estos días festivos

INMA ACIÉN

Sábado, 28 de febrero 2015, 14:56

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La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) delcolegio Francisco de Goya de la capital almeriense está desarrollando, de la mano de la empresa Ciencia Divertida, un campus especial para los tres días en los que los estudiantes de centros educativos públicos tienen puente, el día de ayer así como el próximo lunes y martes.

En este sentido, esta es ya la tercera vez que Ciencia Divertida lleva a cabo estas actividades ante la gran respuesta de los menores participantes en los campus de verano y de Navidad, y siempre bajo un lema diferente.

Así, si en Navidad fueron los insectos los que centraron la atención de los pequeños, estos días las figuras geométricas toman el protagonismo, con el objetivo de profundizar pero desde una perspectiva divertida en una temática que forma parte del currículo educativo de los pequeños.

De esta manera, los participantes, menores de entre 3 y 10 años, descubren que triángulos, cuadrados o cubos pueden ser divertidos y sobre todo intentar confeccionarlos con materiales reciclados o incluso con elementos como pajitas, cartulinas o pinturas de dedos, entre otros muchos. «La psicomotricidad fina y gruesa la tratan muy bien», explica Amparo Fernández, una de las monitoras de Ciencia Divertida que está llevando a cabo las actividades.

Así, después de una primera hora dedicada a hacer actividades académicas, llega el momento de los talleres prácticos, donde la creatividad entra en juego. «También tenemos una hora de actividades deportivas, en las que además de que los pequeños pueden practicar el deporte que más les guste, también hacemos juegos relacionados con figuras geométricas como por ejemplo que tengan que formarlas con el cuerpo y en equipo», indica Fernández.

Experiencia para repetir

En esta línea, los pequeños se muestran encantados con los talleres y muchos de ellos repiten de anteriores ocasiones no solo por las necesidades de los padres de compaginar vida familiar y laboral, sino también por la experiencia, como es el caso de Daniel López, de 10 años, que pidió a sus padres poder participar en este pequeño campus. «Son talleres muy divertidos y me lo paso genial. Ya había participado antes en talleres de este tipo. En el último que estuve hice un perfume de lavanda y me gustó, porque olía muy bien», comentó este pequeño durante el taller de creación de esferas con pajitas, una actividad en la que destacó por su agilidad.

Por su parte, José María Jaén, de 6 años, ya participó en el campus de verano en este mismo centro educativo. «Me lo pasé muy bien y estoy contento por poder venir», explicó este pequeño, que acude acompañado de su hermana de tan solo 3 añitos.

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