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Afectados por productos tóxicos bancarios impulsan 25 demandas

Afectados por productos tóxicos bancarios impulsan 25 demandas

La Asociación de Perjudicados de Entidades Financieras cree que puede recuperar cientos de miles de euros para los ahorradores almerienses

Javier García Martín

Martes, 17 de febrero 2015, 01:00

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Entre los afectados por los productos financieros tóxicos en la provincia hay de todo. Jubilados, trabajadores en activo y jóvenes tienen, pese a su diversidad, una característica común: se sienten engañados por haber comprometido sus ahorros en preferentes, subordinadas, acciones o cláusulas suelo hipotecarias.

La Asociación de Perjudicados de Entidades Financieras (APDEF), implantada en todo el país, ha conseguido la adhesión de 25 almerienses dispuestos a presentar sendas demandas individuales contra quienes, en su día, les dieron gato por liebre. En su mayoría, se trata de afectados por la venta de acciones de Bankia. Aquel repiqueteo de campana de julio de 2011 en el parqué madrileño que firmó Rodrigo Rato todavía resuena en sus cabezas. Ese momento supuso el inicio del mayor bluf bancario de la historia reciente que ha terminado por llevarse por delante tanto a sus hacedores como a miles de sus clientes amén de la conmoción provocada en todo el país.

El camino ahora es judicial. En las próximas semanas -siempre antes de que caduquen los títulos, cuatro años después de su comercialización-, los letrados de la asociación interpondrán decenas de denuncias en el juzgado de primera instancia de Almería para intentar recuperar el dinero de estos ahorradores. Antes de comenzar la reunión que mantuvo la pasada semana en la capital con los interesados, la APDEF valoró este montante en 200.000 euros de almerienses, pero tras la convocatoria ha aumentado notablemente la cifra por la que se pleiteará.

«Yo he sido cliente de Caja Madrid desde hace décadas, de hecho recuerdo que mi madre metía en una cartilla lo que me echaba en la hucha cuando yo era muy pequeño», señala a este periódico Agustín, uno de los afectados. Este hombre de 65 años decidió invertir 3.000 euros en la compra de 800 acciones de Bankia cuando salieron a bolsa, confiando en el director de su sucursal «como quien confía en su médico de cabecera, ¿por qué iba a dudar de él?». Ahora, señala, esa inversión se han ido transformando hasta quedarse en ocho acciones que representan menos de diez euros. «Es lamentable, pero los propios trabajadores de la entidad y sus familias también cayeron en la trampa», reconoce. «Al menos, sé que ellos no trataban de engañarte».

Sensibilidad en los juzgados

Como si de un 'su turno' se tratara, Agustín tiene el número 1.880 de APDEF, pero su demanda ya la estudian los abogados Fernando de Andrés y Carlos Palanca en Almería. «Parece que el proceso va bien, aunque para ganar un juicio yo siempre digo que hay que tener tres cosas: la razón, saberla defender y que te la quieran dar», sentencia.

La asociación asegura que ha conseguido recuperar 25 millones de euros de centenares de afectados mediante la estrategia de las demandas individuales, no colectivas, que, a su juicio, ralentizan el procedimiento. «En los últimos tiempos, hemos detectado que la Justicia está muy sensibilizada hacia lo que se conoce como 'banca mala'», asegura el presidente de la organización, Sebastián Auger. Con 3.500 asociados en todo el país, 2.600 demandas interpuestas y una tasa de triunfo del 96% (según sus propias cifras), la organización se ha convertido en un fenómeno nacional que ahora llega a Almería. «Nuestro cliente solo paga las tasas judiciales y le ofrecemos un precio muy competitivo para el poder notarial y el procurador: los abogados solo cobran si el cliente cobra», asegura Auger, que ha tejido una red de letrados afines a la causa por todo el país y que en la provincia representan el tándem Palanca-De Andrés.

«Hay todo tipo de ahorradores, desde el que invirtió mil al que perdió cien mil», afirma el segundo de los mencionados. «Sin embargo, el perfil clásico es el de quien confiaba en el personal de las sucursales, que le llamó para ofrecerle este producto y que ahora está muy indignado», reconoce De Andrés. Lo importante, opinan estos abogados, es devolver la esperanza, una consigna elevada a leitmotiv para esta asociación. «Nuestro consejo es que demanden: si no, estarán en manos de ellos».

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