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Traslado del paciente.
Alarma en Almería: se activó el protocolo contra el ébola

Alarma en Almería: se activó el protocolo contra el ébola

Descartaron a última hora del pasado jueves que tuviera ébola un guineano que había sido aislado en la UCI

EUROPA PRESS

Domingo, 21 de septiembre 2014, 01:19

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Todo se quedó en un susto y finalmente el Centro Nacional de Microbiología del Instituto Carlos III de Madrid descartó al filo del cierre de la edición del pasado jueves que el hombre que se había aislado en el Complejo Hospitalario de Torrecárdenas tuviese ébola, la enfermedad que ha acabado con la vida de más de un millar de personas en el continente africano. Si bien, se le diagnositcó paludismo.

Así lo informó la Delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Almería a través de un comunicado remitido a los medios a las 22 horas. El laboratorio de referencia y al que se le habían enviado desde Almería las muestras del paciente ponía de esta forma el broche a una jornada frenética para el Sistema Sanitario Andaluz en Almería, los medios de comunicación y el resto de la sociedad almeriense, que sintieron en sus carnes el miedo irracional que solo puede provocar la idea de que el peor brote de ébola de la historia se expandiese por las calles de Almería.

No fue así. Se convirtió en otra falsa alarma y todo a pesar de que los profesionales y representantes sanitarios no las tenían todas consigo. Por varios motivos. Por un lado porque el paciente que acudió a un centro de salud roquetero en la madrugada del jueves lo hacía por sufrir una clínica compatible con los síntomas del ébola. Tenía fiebre superior a 38,3 grados, contaba con un cuadro de mialgias y también le dolía la garganta. Podía ser un simple resfriado, pero también podía no serlo. El varón, de 36 años, procedía de Guinea Conakri, uno de los tres países que se encuentra en el centro del huracán epidémico, junto con Sierra Leona y Liberia. Además, era al país al que acababa de visitar. Por último y para ponerle más picante al relato, el paciente se encontraba dentro de los 21 días preceptivos para incubar la enfermedad. Lógicamente, estas tres cuestiones pusieron en marcha los engranajes que activaron el protocolo de seguridad para evitar posibles contagios. «Las medidas son muy rigurosas, evidentemente si se han activado es porque hay evidencias de que puede tener la enfermedad», señalaba al mediodía la delegada del Gobierno andaluz, Sonia Ferrer.

Almería se enfrentaba ante el primer posible caso de ébola en suelo occidental. No se contaba, claro está, con los tres únicos infectados que se habían contado en el primer mundo: el religioso Pajares, fallecido el 12 de agosto y dos cooperantes estadounidenses. Los tres llegaron de Liberia en condiciones de aislamiento, sin riesgo de propagar el virus y fueron trasladados a efectos de que se les tratase el ébola en sus países de origen. Esto era diferente, y de la misma manera que se había activado en Madrid, Bilbao, Alicante, Barcelona o Málaga, Salud activó las medidas de control y prevención pertinentes.

Un día en las carreras

El protocolo activo en el sistema sanitario andaluz, que está en consonancia con el establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad, establece ante la aparición de un posible caso que el paciente debe ser aislado y trasladado al hospital de referencia, donde tendrá que permanecer en una habitación aislado, dotada de todo el material necesario para su atención. Así se hizo. Una ambulancia con dos sanitarios perfectamente pertrechados con equipos individuales de seguridad, que se componen de mascarillas, guantes dobles, batas impermeables, patucos y gorros, trasladaron al paciente a Torrecárdenas, lugar donde se le aisló preventivamente en una habitación en el área de Cuidados Intensivos.

Y allí estuvo toda el día de ayer, atendido por profesionales sanitarios mientras esperaba los resultados de los tests que le habían realizado. Le tomaron muestras, que fueron las que a la postre descartaron que estuviera afectado por el ébola, quedando todo en un buen susto. El laboratorio se adelantó, puesto que el plazo que se había establecido era de 24 horas desde la toma de muestras. Lo que dibujaba un contexto de incertidumbre que mantuvo durante todo el día a buena parte de la sociedad almeriense soliviantada con las informaciones que aparecían publicada en los medios. O peor, que veían con sus propios ojos.

Tras el traslado del paciente a Torrecárdenas se clausuró parte del área del Servicio de Urgencias de Roquetas Norte. Había que desinfectarlo como dictaban las medidas preventivas, pero claro, esto provocó que cundiese el pánico entre muchos roqueteros que avisaban por wathsapp o en redes sociales de tan singular circunstancia. Aunque las posibilidades de contagio eran y son «muy bajas», como bien recordó la jefa de servicio de Salud, Pilar Barroso, era inevitable sentir cierto temor ante la posibilidad de tener tan cerca un caso de ébola.

Conscientes, las autoridades sanitarias no se cansaron de enviar ayer mensajes de tranquilidad a los almerienses. Todo estaba controlado y el protocolo se había seguido con una escrupulosidad y rigurosidad impropias de este país.

Así lo confirmó con sus propios ojos el presidente del Sindicato Médico de Almería, Nicasio Marín, quien no puso un pero a la actuación llevada a cabo por Salud. Al contrario, todo se hizo según lo regido y con una tranquilidad y serenidad pasmosas por parte de todos los profesionales sanitarios, según Marín, quien sintió honda satisfacción ante tal hecho, como así reconoció a IDEAL. «Se enfrentaban a un tigre, y lo han hecho con una dignidad y profesionalidad que es de alabar», dijo el síndico antes de que se confirmase los mejores augurios.

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