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Fran Gavilán
Sábado, 23 de agosto 2014, 00:34
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Juguetes o mantas, coches policiales con sillas adaptadas para niños y agentes siempre de paisano para preservar «el interés superior del menor», tal y como estipula la ley. El grupo de menores de la Policía Autonómica desarrolla una labor que pasa desapercibida para la mayoría de la sociedad pero que es imprescindible para preservar la protección de muchos menores que residen en la provincia de Almería.
Según un balance realizado por la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a la Comundid Autónoma ha realizado durante el último semestre un total de 192 actuaciones para la protección y custodia de menores en territorio almeriense. Esta es una de sus principales competencias, junto con las asignadas en materia de control del medio ambiente, atención a la mujer y los dependientes, juegos y espectáculos públicos y vigilancia de sedes y personalidades de la institución autonómica.
En este sentido, los agentes se ocupan de actuar en situaciones flagrantes de riesgo y desamparo, cuando los servicios de Protección del Menor de la Junta no pueden acudir a realizar su trabajo por situaciones de riesgo, en barriadas marginales; acompañan a éstos cuando han de realizar retiradas de menores, que pueden ser voluntarias o no, se ocupan del traslado a centros de protección y se hace cargo de la investigación que le requiera la Fiscalía especializada para conocer las condiciones de vida de los menores en situación de riesgo y decidir si es necesario adoptar alguna medida de protección.
Estos agentes especializados en la protección de menores realizan una labor especialmente importante en las situaciones de absentismo escolar. Durante los seis primeros meses de este año, este equipo policial ha intervenido en Almería en un total de 84 casos contra el absentismo escolar de menores, un problema que en algunos casos ha concluido «con la imputación de los padres o tutores como presuntos responsables de un delito contra los derechos y deberes familiares», indicaron fuentes de la Consejería de Justicia e Interior.
Cuando se detecta una situación de absentismo y el menor está en compañía de sus progenitores, los agentes lo comunican a la Delegación provincial de Educación correspondiente. Si el menor se encuentra solo, la policía lo traslada al centro escolar poniéndolo en conocimiento de su dirección y traslada el caso a los servicios sociales municipales y al fiscal de Protección de Menores por si procede la imputación de sus padres o tutores.
La Unidad de Policía adscrita a la Junta ha intervenido también en esta provincia en la puesta a disposición judicial de una persona en relación con la protección de menores y en la elaboración de cuatro atestados, así como en el traslado de 15 menores infractores a centros de reforma.
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