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Góngora, tres sobres y una imputación

Góngora, tres sobres y una imputación

¿Qué había en esos sobres? Pues una serie de documentos, fotocopiados, donde quedaba en evidencia la honradez política y la honestidad personal del entonces candidato del PP a la Alcaldía, Francisco Góngora Cara

PEPE FERNÁNDEZ

Lunes, 28 de julio 2014, 00:29

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El 8 de febrero de 2011 era martes. Ese día, una mano anónima distribuyó tres sobres bajo tres puertas distintas en El Ejido. Uno en una emisora de radio, la que se había destacado por destapar la 'Operación Poniente' -OP- cuatro años antes. Otra en el despacho de un activista anticorrupción en la Red. Y un tercero bajo la puerta de la sede de Izquierda Unida, la coalición que primero empezó a denunciar las corrupciones del clan Enciso.

¿Qué había en esos sobres? Pues una serie de documentos, fotocopiados, donde quedaba en evidencia la honradez política y la honestidad personal del entonces candidato del PP a la Alcaldía, Francisco Góngora Cara.

Pocos días antes, a finales de enero concretamente, en el batiburrillo político montado a cuenta del levantamiento del secreto sumarial de la 'Operación Poniente', empezaron a aparecer extrañas conexiones de políticos del PP con los «apestados» del PAL, cuyo líder ya había pasado por dos prisiones en ocho meses.

El 28 de enero publiqué una crónica en mi blog bajo el título 'IU pide que se investiguen empresas de la O. P. vinculadas al candidato del PP en El Ejido'.

«La primera reacción procesal de una de las partes personadas en el sumario de la OP -Izquierda Unida- ha sido pedir esta mañana que se amplíen diligencias de investigación en torno a una serie de empresas, algunas vinculadas con la familia del candidato del PP, Paco Góngora, y que aparecen en la abundante documentación liberada por la juez(...). No es la primera vez, en poco tiempo, que el joven candidato del PP debe responder a esta cuestión. Hace unos meses, el exeditor de 'El Mundo de Almería', Luis Montoya, le colgó en su perfil de Facebook documentación sobre empresas relacionadas con su familia y con Jesús Aragón. Tras una áspera polémica, el asunto quedó zanjado con la aportación de documentos 'reales', según dijo Góngora, en su propio perfil. Pero hoy ha sido, contra todo pronóstico político, la coalición IU-Los Verdes la que le toma la delantera al tándem PAL-PSOE y anuncia que pedirá formalmente que se investiguen esas relaciones familiares y societarias. Paco Góngora, el pupilo más destacado de Juan Enciso -llegó a ser su responsable de Urbanismo-, desde el PP se convirtió en uno de los azotes más duros del alcalde encarcelado durante ocho meses, al que acabó pidiendo la dimisión bajo el balcón, dos días después de su puesta en libertad».

Aquello de IU levantó las iras del candidato, que habló de «juego sucio». Hasta el punto de llamar a un programa regional de radio, en directo, para debatir y rebatir a Rosalía Martín y desmentir las «falacias» de las que, decía, había sido objeto. Era tal el nerviosismo de Góngora en esos días, que llegó a insultar a un periodista cuando le preguntó por los extraños negocios familiares.

El destino de los sobres

IU no cumplió con su anuncio y compromiso de acudir a los tribunales, como tampoco actuó tras recibir uno de los tres misteriosos sobres que se repartirían solo once días después del anuncio frustrado por su responsable en El Ejido.

El segundo sobre, enviado a la emisora de radio, acabó en manos de su director provincial y, posteriormente, en el cajón de su despacho, prohibiendo que se diese noticia sobre tan escandaloso contenido. Algo insólito que no había ocurrido en esa redacción cuando destapó la 'Operación Poniente'; pero Góngora era una «apuesta editorial de la cadena en Almería», se justificó el tipo que presumía de ser el adalid de la libertad de expresión en Almería.

El tercer sobre, remitido al activista anticorrupción en Internet, tuvo más recorrido. Yo mismo recibí en mi buzón de correo electrónico una copia escaneada de dicha documentación.

Tras leerla detenidamente, comprobé que, con menos indicios documentales, habíamos elaborado años antes informaciones que resultaron auténticas bombas informativas contra el grupo de Juan Enciso y Pepe Alemán.

Aquella misma noche de febrero, llamé a Juan Cantón, presidente local del PP, al que le expuse el contenido del material recibido y pidiéndole su opinión. Cantón, apesadumbrado, no daba crédito a lo que le contaba, hasta que le reboté la documentación recibida. Fue larga la charla, en tono confidencial, no ocultando el bueno de Cantón su preocupación por «el pasado raro de Paquito». Me contó que hacía días que le llegaban rumores y datos preocupantes sobre oscuras operaciones de Góngora en su etapa junto a Juan Enciso; Cantón era de los que, en ese momento, pensaba dentro del PP que mejor sería optar por otro candidato, porque «aún estamos a tiempo». Me agradeció la información y hasta hoy.

Taponado mediáticamente el escándalo, pasarían semanas hasta que el PAL -Enciso, Añez, etc.- tomó la decisión de venganza y judicializar el asunto.

Pero Paco Góngora y sus cómplices en el silencio, convenientemente remunerado desde el PP, olvidaron que, ya por aquel entonces, Internet y las redes sociales se habían convertido en un arma letal contra la corrupción y los corruptos. En la Red queda constancia documental de los supuestos mangazos económicos del clan Góngora, los mismos que se ocultaron a la opinión pública desde los grandes medios. En ese contexto, llega el asunto al Juzgado y, tras una instrucción rarita e inconclusa, una jueza sustituta da el carpetazo y archiva a finales de 2011.

La representación jurídica del PAL insiste y recurre ante la Audiencia que, en marzo pasado -¡ casi tres años después de la denuncia!-, dicta un auto por el que ordena que prosiga la investigación, aunque exonera al alcalde de varios delitos por haber prescrito. Quedaban, no obstante, otros por investigar: tráfico de influencias y delito fiscal. El juzgado, con otro juez distinto, ha actuado esta vez con celeridad. Y el viernes pasado, Góngora comparecía como imputado junto a su familia, ocultos y protegidos por la puerta trasera del Juzgado, obligados a depositar 2,3 millones de euros para hacer frente a las responsabilidades a que hubiere lugar.

De esta forma, el hombre que ganó la Alcaldía de El Ejido prometiendo honradez, bailando sobre el cadáver político de su mentor, se ha visto en la Plaza Mayor señalado por vecinos que, cuando le votaron, quizás olvidaron que había sido el alumno más aventajado de Enciso, el líder político de la 'Operación Poniente'. Una historia que empezó con tres sobres y ha acabado con una imputación que tendrá serias consecuencias políticas para el PP.

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