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Un hombre hace 'autostop'. / EL CORREO
El 'autostop', versión 2.0
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El 'autostop', versión 2.0

Reclamar con el dedo al borde de la carretera la ayuda de un conductor bondadoso está al borde de la extinción. Compartir coche se planea desde Internet

JUAN RAMÓN OLMOS

Domingo, 10 de febrero 2013, 01:33

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Hay actividades que, con el paso del tiempo, se nos han convertido en casi románticas, recuerdos de una época no tan lejana. Llamar desde una cabina de teléfono es una de ellas. Utilizar una máquina de escribir, también. Existe otra que, paulatinamente, hemos visto desaparecer en los últimos años: el autostop. Puesta de moda en los años 70 en Estados Unidos, esta forma de viaje tuvo también su relevancia entre los 80 y los 90 en España.

De un tiempo a esta parte, cada vez es más raro ver a alguien como el de la fotografía de aquí arriba esperando en el margen de la carretera. Puede ser una cuestión de falta de confianza en los demás, tanto desde el punto de vista del conductor como del pasajero, o mejoras en el servicio de transporte público, que invitan menos a arriesgarse en la búsqueda de un compañero improvisado de viaje.

O también, puede ser que muchos autoestopistas hayan encontrado otra vía para seguir viajando como lo hacían. Existen multitud de páginas gratuitas donde compartir coche para ir hacia un destino. Una de ellas es Amovens, donde insisten en la "seguridad de los usuarios" como referencia de su trabajo y que garantizan con medidas como "los mensajes internos que evitan tener que facilitar datos personales para anunciar o demandar plazas de viajes". El funcionamiento en sencillo: conductor o pasajero emiten los datos del viaje que quieren hacer con compañía, y tienen la posibilidad de incluso fijar detalles como si está permitido comer, fumar o llevar mascotas durante el viaje. Luego, ya solo es cuestión de que coincidan.

Eso sí, resulta muy difícil encontrar un viaje en el que no haya que pagar al conductor, quien fija previamente el precio de la plaza en el coche. Este, evidentemente, suele estar por debajo de lo que costaría el desplazamiento en transporte público, de manera que ayuda al 'chófer' a pagar el coste del combustible necesario.

Otra web, la de Compartir Coche, incluye a municipios y empresas que apuestan por esta iniciativa para "potenciar un uso más racional de este vehículo". La mayoría forman parte del norte del país, donde esta red tiene una especial incidencia.

Por su parte, Carpooling se interesa más por los viajes por toda Europa, ya que se promociona como "la web número 1 en el continente" en este ámbito. Así, por ejemplo, es posible encontrar viajes frecuentes de Almería a Valencia al precio de 28 euros. Otra de las particularidades de esta página es que los precios no tienen por qué estar prefijados, de manera que dan la opción de 'negociable'.

Y hay muchas más. Múltiples opciones para no viajar solo, de forma barata y conociendo a gente nueva. Con el mismo espíritu con el que nació el autostop, y que ahora se recicla para seguir perviviendo.

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