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Los presidentes de Cajamar y Caja Campo, en enero. ::IDEAL
Cajamar agrega a Caja Campo a su capítulo de fusiones
ECONOMÍA

Cajamar agrega a Caja Campo a su capítulo de fusiones

La entidad valenciana, segunda rural del Levante, formaba antes parte del SIP de la cooperativa almeriense

MIGUEL CÁRCELES

Lunes, 18 de abril 2011, 23:00

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El SIP de Cajamar 'decrece'. Pero a cambio, la propia Cajamar vuelve a engordar. Los consejos rectores de las entidades Caja Campo (segunda caja rural de la Comunidad Valenciana) y la almeriense Cajamar, han anunciado el proyecto de fusión de ambas entidades. Fusión 'caliente', y no 'fría', como la que mantenían hasta ahora.. La entidad resultante fortalece su posición como líder del sector de cajas rurales españolas, con 46.500 millones de euros de volumen de negocio, activos por importe de 29.500 millones de euros, un coeficiente de solvencia del 13,65%, 4.445 empleados y más de 1.000 oficinas en treinta y ocho provincias, según los datos del cierre de 2010.

En los últimos años ambas entidades han coincidido en la necesidad de diseñar e impulsar nuevas alianzas estratégicas que contribuyan a reforzar la posición competitiva del sector de cajas rurales en España. En mayo de 2009 promovieron, de hecho, la constitución del Grupo Cooperativo Cajamar, que unos meses más tarde se convirtió asimismo en el primer sistema institucional de protección (SIP) autorizado y calificado como tal por el Banco de España, al que desde el primer momento se sumaron Caja Rural de Casinos y Caixa Albalat, más tarde Caixapetrer y Caixa Turís, y al que recientemente también ha anunciado su incorporación la Caja Rural de Castellón.

Ahora, tras la experiencia común de estos dos años, la primera caja rural española y la segunda caja rural de la Comunidad Valenciana han decidido dar un paso más y abordar su integración definitiva. Como consecuencia de la fusión, Cajamar Caja Rural asume el legado valenciano y origen territorial de Caja Campo, al tiempo que los socios, clientes y empleados de ésta se incorporan a una entidad que mantiene su vinculación al territorio valenciano y castellano-manchego al tiempo que mejora su posición en el mercado, consolida la política de expansión y diversificación de su actividad, aumenta la dimensión de la red comercial, refuerza las estructuras de gestión y aprovecha las economías de escala.

Caja Campo mantendrá su arraigo local en su ámbito territorial, sus 78 oficinas y 281 empleados. La razón es que no existe solapamiento en la actividad comercial y financiera de ambas entidades.. En palabras del presidente de Cajamar, Antonio Pérez Lao, «esta fusión refuerza la presencia y contribución del cooperativismo de crédito en el sistema financiero de la Comunidad Valenciana, mediante una entidad renovada, con más fortaleza, recursos y medios para prestar servicios y financiar al tejido productivo valenciano, especialmente del sector agroalimentario».

Los 35.500 socios cooperativistas de Caja Campo en Valencia, Cuenca y Albacete, manteniendo su capital social, se unirán en situación de igualdad a los más de 682.000 de Cajamar, de los que más de 50.000 corresponderán a la Comunidad Valenciana. En este sentido, Luis Robledo, presidente de Caja Campo ha valorado que «esta operación de integración no resta sino que suma número de socios y clientes, y aporta más músculo financiero a la Comunidad Valenciana, actualizando la aspiración de las cooperativas y socios fundadores que constituyeron Caja Campo en 1964: dotarse de un instrumento que contribuya a la generación de riqueza, al desarrollo del medio rural, a su actividad productiva, con atención preferente al sector agroalimentario, y a la mejora de las condiciones de vida de sus habitantes. Un compromiso que no sólo se mantiene sino que a partir de ahora será mucho mayor, porque la nueva entidad resultante de esta fusión dispondrá de mayores recursos económicos y más medios humanos y materiales para conseguirlo».

Los consejos rectores de ambas entidades, tras aprobar la convocatoria de asambleas generales para el próximo día 9 de junio, han coincidido en valorar que la coincidencia de criterio y de cultura empresarial facilitará que la fusión se lleve a cabo de forma rápida y eficaz, dando lugar a una entidad más competitiva, innovadora, insertada en la economía actual y comprometida con el sector agroalimentario y el mundo rural.

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