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UVA DE MESA. Los participantes en el homenaje a los veteranos parraleros de la provincia. /M. MANZANO
Herederos de 200 años de cultura agrícola
Cultura-Almeria

Herederos de 200 años de cultura agrícola

Varios parraleros de la provincia reciben en la Diputación el reconocimiento a su labor en defensa del cultivo tradicional de la 'Uva del Barco', que tanto dio a Almería en el pasado

ROGER DÍAZ

Viernes, 12 de septiembre 2008, 06:42

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La Diputación Provincial de Almería homenajeó ayer a varios agricultores de la provincia que, 200 años después de la irrupción en estas tierras del cultivo de la uva en los parrales, aún mantienen viva esta tradición, que alcanzó su máximo esplendor durante los siglos XIX y XX, con la exportación de miles de toneladas de 'Uva del Barco' o 'Uva de Almería'.

La producción de este tipo de uva no está tan extendida como entonces, ya que quedan muy pocos agricultores dispuestos a cultivar alguna de las 50 variedades que hay catalogadas.

Los que sí lo siguen haciendo son hombres como David Navarro, un cuevano de 67 años; José Pastor, un vecino de Canjáyar, de 72 años; los hermanos José y Cristóbal Sánchez, de Padules, de 72 y 79 años; y Diego Román, de Beires, con 72 años. Y también José López, de Alcolea, que tiene 85 años, y Andrés Soler, de Antas.

Todos ellos recibieron ayer el «merecido homenaje por conservar las diferentes variedades», como dijo el presidente de la Diputación Juan Carlos Usero. Éste reconoció «el esfuerzo de estos agricultores» para que el cultivo de la uva del parral, «no caiga en el olvido, porque es una cultura agrícola que forma parte de nuestra historia y que tanto significó para aquella Almería internacional que exportaba las ilusiones de prosperidad de los almerienses».

Una Almería, aquélla, que ya es pasado, pero que sigue viva en el presente gracias al saber y conocimiento que estos hombres han heredado de sus padres y de sus abuelos.

El cómo cultivar las parras para obtener las diferentes variedades de uva permite que hoy día los almerienses puedan degustar hasta 50 tipos de uva, de las que ayer se dieron a conocer en Diputación un total de 38.

Un tesoro

«Esta riqueza de las parras es un tesoro», comentó ayer Alejandro Buendía, director del Museo Provincial de la Uva de Barco, que participó en este homenaje junto al alcalde de Terque, Baldomero Cadenas, y Antonio Rubio, del Grupo Ecologista Mediterráneo-GEM. La conservación de este cultivo tradicional por parte de los agricultores almerienses permite que existan variedades que no se encuentran en los mercados, como la 'Moscatel de Laujar', 'Márquez', 'Rosada de Rágol', 'Blanca de los Ríos', 'Corazón de Cabrito', 'Del Cuerno', 'Santa Paula', 'Botón de Gallo', 'Flor de Baladre', 'De la gitana', 'Casta de Belmes', 'Ohanes', entre otras. Una amplia selección de uvas que los almerienses no pueden comprar en los mercados, ya que, según Antonio Rubio, del GEM, sólo hay dos, «una blanca y una roja», que proceden de países como Namibia o Sudáfrica, «y no tienen valor nutricional ni alimenticio ninguno» y reduce las posibilidades de comer esta fruta durante el año, algo que antes no sucedía al haber fruto en abundancia en Almería.

«La pérdida de variedad es una pérdida de cultura y cada vez que se pierde variedad, se pierde sabiduría y aprendizaje».

Rubio criticó que el mercado, tal y como está estructurado hoy día, «nos ha llevado a una agricultura rápida y sin contenido y eso es un error; es una equivocación a nivel mundial el que las variedades no se recuperen, es una auténtica catástrofe para Almería y el conocimiento humano».

Afortunadamente todavía hay hombres en Almería, como José y Cristóbal Sánchez, que han logrado recuperar variedades como la 'Uva de Flame'. El mismo reconocimiento obtuvo Diego Román, que mantiene vivas la 'Casta de Beires' y 'Cuerno de Buey'.

Otro tanto hace José Pastor, de Canjáyar, con las variedades 'Pan' y 'Lejía' que cultiva en el Pago del Tío Apolo; y también David Navarro y su mujer, Francisca Sánchez, con la variedad 'Flor de Baladre'.

El homenaje a los parraleros se hizo extensivo también al cartero de Alcolea, José López, por su 'Uva de Lanjarón', y a Andrés Soler, de El Real, de Antas, por la 'Valencí', que traducido del árabe significa 'única'.

Antonio Rubio fue quien se encargó explicar la importancia y el gran valor del trabajo que estos hombres realizan a favor de la agricultura tradicional en Almería. «El agricultor que hoy día sabe de pimientos, sólo sabe de eso, pero estos hombres tenían una disciplina especial sin haber pasado por ninguna universidad y se hacían expertos a través del tiempo y el trabajo y han sabido salvaguardar las variedades primitivas».

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