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ALMERÍA

Las altas temperaturas provocan diversas patologías y Salud insiste en la prevención

Las temperaturas que se registran durante el verano pueden provocar diversas patologías por lo que hay que estar atentos a la hidratación de los niños y los mayores de 65 años, evitar las horas más intensas de sol, protegerse la cabeza, buscar lugares frescos o no hacer ejercicio físico intenso

JULIA MILÁN

Lunes, 21 de julio 2008, 04:33

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La Consejería de Salud, dentro del Plan de Prevención contra los Efectos de las Altas Temperaturas, que se puso en marcha hace cinco años para proteger la salud de la población durante el periodo estival, realiza una serie de recomendaciones como evitar las salidas y actividades físicas en las horas de más calor, especialmente entre entre las 11 y las 17 horas, mantenerse a la sombra, vestir ropa ligera y amplia (de algodón, por ejemplo), de color claro y llevar la cabeza protegida, cerrar las ventanas y cortinas en las fachadas expuestas al sol, mantener las ventanas cerradas mientras la temperatura exterior sea superior a la interior, permanecer en las habitaciones más frescas del domicilio, ducharse varias veces para refrescar el cuerpo, beber abundantes líquidos (agua, zumos...), incluso sin sed y tomar frutas y verduras.

El delegado de Salud, Manuel Lucas, señala que «los problemas que pueden causar el calos y las altas temperaturas tienen que ver con la deshidratación y el golpe de calor conlleva problemas más importantes».

Además de las quemaduras producidas por el sol «que de forma aguda y crónica pueden llevar a los melanomas», la deshidratación «que en un principio es un cuadro leve, puede llegar a ser muy grave».

Lucas recuerda que los niños y los mayores son a los que más les afecta el calor ya que «son mucho más sensibles y más propensos a deshidratarse durante las horas de calor», por lo que hay que tener un especial cuidado y tomar líquidos para evitar estar expuesto.

Los mayores solos

El delegado de Salud explica que «nos preocupados por las personas mayores que viven solas, que tienen algún problema de salud o que viven en domicilios que no cuentan con adecuadas condiciones» para estar frescos. La Junta de Andalucía cuenta con un censo de personas que se encuentran en estas condiciones y que «están vigiladas por enfermeras de enlace o por Salud Responde» que les llama para comprobar su estado de salud.

Los golpes de calor pueden llevar a la muerte, porque se presenta de repente. Este cuadro hace que se descontrole la temperatura del organismo, y sus síntomas son que aumenta la temperatura corporal, se deja de sudar, y «si se acompaña de mareos» o náuseas y sed intensa, hay que llamar inmediatamente al 061, mientras llega la ayuda, hay que colocar a la persona afectada en un entorno fresco y enfriarla con aire o agua fría, ya sea con una ducha o baño o mojando sus ropas.

Para evitar que esto ocurra hay que «hidratarse mucho, evitar las horas intensas de calor, que se descanse» y no ejercicio continuado. Los sectores de la población más afectados por los golpes de calor son los deportistas, agricultores o trabajadores de la construcción.

Cuando el organismo no puede mantener su temperatura alrededor de los 37 grados y es incapaz de rehidratarse, pueden aparecer distintas patologías. La insolación, que se produce después de una exposición prolongada y directa al sol, sobre todo entre las 11.00 y las 17.00 horas. Una insolación suele manifestarse por violentos dolores de cabeza, somnolencia, nauseas, pérdida de conocimiento, fiebre elevada y, en ocasiones, quemaduras en la piel. Para afrontar este problema de salud es muy importante refrescar con aire o agua a la persona afectada.

Otra patología son los calambres musculares que a menudo aparecen acompañados de una transpiración excesiva. Para tratarlos es necesario cesar toda actividad y permanecer en reposo durante varias horas, en un entorno fresco, beber agua, zumos de fruta, etc. Si los síntomas persisten durante más de una hora, es recomendable consultar con los servicios de salud.

El agotamiento-deshidratación debido al calor aparece después de sufrir varias jornadas de calor y experimentar una sudoración intensa durante todo este tiempo. Suele manifestarse con desvanecimientos, debilidad y cansancio, insomnio y agitación nocturna. En estos casos es necesario descansar en un entorno fresco, beber agua y zumos de fruta, y consultar con los servicios de salud si estos síntomas persisten o se agravan.

Un calor excesivo puede derivar también en ciertos casos en un agravamiento y descompensación de las patologías crónicas que algunas personas padecen previamente.

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