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J. M.
Domingo, 15 de junio 2008, 03:57
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Si hay una forma de energía que dependa del tiempo, es la eólica. Iberdrola destina una parte sustancial de sus esfuerzos al conocimiento avanzado de las condiciones meteorológicas reinantes en los puntos donde tiene instalados sus campos de aerogeneradores. Conocer con la suficiente antelación cuándo y cuánto viento va a soplar, permite establecer previsiones de producción energética y sobre su entrada en la red.
Además de sistemas de predicción, Iberdrola se nutre de su red de datos. Antes de dar el visto bueno al emplazamiento de un parque eólico se hacen estudios meteorológicos durante un año. Al contrario que con las precipitaciones no hay amplias series históricas sobre el viento.
Iberdrola genera con energía renovable el 12% de su producción. Su objetivo es alcanzar este año 6.200 megavatios de potencia renovable instalada, de los que unos 1.000 Mw se encontrarían fuera de España. En momentos puntuales (Semana Santa, una época de poca demanda energética en el país) el 40% de la energía consumida en España procedió de aerogeneradores.
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