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SON DE PAZ. Varias piratas deponen sus espadas para acompañar al alcalde y a la concejala de cultura en la puerta de la vieja estación. /MANOLO MANZANO
El Circo Nacional Chino llega con '¡Piratas, piratas!' a Almería
Cultura

El Circo Nacional Chino llega con '¡Piratas, piratas!' a Almería

La carpa, para 1.400 localidades, se ha instalado en el recinto ferial, y acogerá 15 funciones desde mañana, día 29, hasta el 9 de diciembre.Los números del espectáculo unen acrobacia, música, vestuario y ballet

I-F. A

Viernes, 30 de noviembre 2007, 10:37

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Hacer posible lo imposible pudiera ser el lema para los artistas circenses chinos y, si encima se elige la figura del pirata y todo lo que esta figura conlleva para un espectáculo, esa imposibilidad convertida en posibilidad difícilmente tendrá límites y la rendición ante cualquier reto no existe. El Gran Circo Nacional Chino llega mañana a Almería con el montaje '¡Piratas, piratas!' tras su estreno español en Madrid durante el Festival de Otoño y después de su estreno mundial, el pasado junio, en Amsterdam y una gira por Holanda y Bélgica.

El montaje une acrobacia, música, interpretación, vestuario, ballet, iluminación, coreografía, transpariencias en un espectáculo que es algo más que teatro, que ópera o que circo y es todo eso también con la tradición circense china sobre la base y con todos los ingredientes que permiten añadir los nuevos tiempos. «Es un gran y emocionante viaje por el rudo mundo de los piratas y los piratas tienen mucho en común con los artistas de circo chino. En ambos casos constituyen una vida y una pelea permanentes», comentó ayer, en la presentación oficial, Hubert Breukers, relaciones públicas de esta compañía, precedida de algunos números en la puerta de la vieja estación de Renfe.

En vilo

'¡Piratas, piratas!' no reniega de la influencia que ha tenido del resurgimiento de este tema con las últimas películas realizadas, pero hasta ahí llega la relación o la semejanza. En este espectáculo no hay imágenes manipuladas ni trucaje alguno. Se trata de auténticas habilidades y de entretenimiento en directo por más de 60 artistas que mantienen en vilo al público, con la emoción a flor de piel y entre oohhs y ahhs de admiración y de incredulidad. «En este programa el peligro se convierte en arte que hace fluir la adrenalina y pone el corazón en un puño», señaló el relaciones públicas.

'¡Piratas, piratas!' está integrado por 15 números en los que se recogen acrobacias de los 2.000 años de cultura circense china y para los que se utilizan los mismos elementos -palos, diábolos, platillos, globos, máscaras, cuerdas, trampolines, cofres, espadas, banderas- pero convertidos en mástiles de barcos, en olas de mar o en símbolos de la libertad pirata para encajar en la historia que cuenta el espectáculo. Hubert Breukers explicó que el uso de elementos caseros en el circo chino, como platos o sillas, por ejemplo, se debe su unión durante mucho tiempo a las celebraciones con motivo de las cosechas.

Arraigo

Una de las principales novedades de este montaje, aunque pueda resultar luego como una gota de agua en el mar, es la inclusión del baile 'jumping', que constituye una manía en Holanda y con gran seguimiento en Bélgica. Puede tratarse de una deferencia a los técnicos de esos países que participan en '¡Piratas, piratas!' y que han corrido a cargo de la coreografía, del vestuario y del diseño de luces. Pero ni esta 'desviación', por otra parte adaptada a los movimientos corporales de los artistas, logra ocultar el fundamento del circo chino.

«En el circo chino no hay animales ni salen payasos, como en el europeo, que no tiene la antigüedad, ni la tradición ni el arraigo que tiene en ese país. Es un canto al cuerpo humano y una alabanza a la belleza del movimiento humano», sostiene Hubert Breukers, quien defendió la carpa como mejor escenario para este tipo de montajes frente al teatro, ya se trata de uno pensado para circo, como es el caso del Circo Price de Madrid, o sea un teatro normal, como fue el del estreno en Amsterdam.

En grupo

El Gran Circo Nacional Chino tiene, como tal formación, 20 años de historia y Mei Yuezhou, director artístico de '¡Piratas, piratas!', por ejemplo, fue uno de los acróbatas en años anteriores y realizó prácticamente todos los números que comprende la escuela china porque ahí reside otro de los rasgos propios de los circos de este país. Se trabaja en grupo y también son en grupo las actuaciones. No hay artistas especiales ni protagonistas, ni estelares ni incluso solistas. Todos los artistas son expertos en diferentes técnicas circenses y esta característica no puede ser el resultado nada más que de una intensa preparación. Los interesados empiezan esa formación a los 8 años y tienen jornadas diarias de cuatro a seis horas.

Mientras el adjetivo chino puede ponérselo cualquier grupo de acróbatas, el apelativo nacional, por el contrario, solamente los que resultan elegidos en el festival nacional que se celebra cada año en Pekín y que elige al mejor grupo y a los que viajarán por Europa, por América y por África. Solamente en ese momento se puede aplicar 'nacional', tal como explicó Hubert Breukers.

Los almerienses tuvieron ya la oportunidad de disfrutar del anterior espectáculo del Gran Circo Nacional Chino, 'Ying-Yang', hace dos años dentro de la programación cultural de los Juegos Mediterráneos. «Estamos muy felices de volver por segunda vez a Almería», fueron las primeras palabras del relaciones públicas en la presentación.

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